El cerebro de Steve Jobs CEO de Apple ya hace casi una década dio luz a lo que hoy conocemos como el Smartphone. Este concepto de computador de bolsillo y teléfono todo en uno fue un disruptor en el mercado y dio nacimiento a toda una gran industria basada en el desarrollo tecnológico de microchips (hardware), interfaces hombre-máquina (software) y marketing (know how). El iPhone llevó a Apple a la cima de la industria y se ha logrado mantener en la cima brindando una experiencia de software única y exclusiva.
La propuesta de valor de Apple es una combinación entre Hardware y Software ambas con un nivel de satisfacción del usuario bastante alto, tan altos como los de sus contra-partes Android, sin embargo, con un nivel de precios tan elevado que se encuentran por fuera de mercado en la relación valor/precio. En la actualidad Apple es capaz de vender como vende solo debido a un gran trabajo de fidelización de usuarios a través de su ecosistema cerrado, y sus usuarios que empiezan a darse que cuenta que están pagando premium por algo que no tiene un valor tangible superior al de su competencia y a veces hasta inferior.
Hoy Apple debe tomar decisiones de cara al futuro de la empresa inmersa en una industria de precios crecientes, donde ellos han contribuido a la presión inflacionaria, pero no al mismo mejorado así su producto; incluyendo solo innovaciones y mejoras marginales. Apple debe comenzar a ser incluyente, jugar en equipo y complementar su propuesta de valor con el resto de la industria, ya percibiendo que el futuro de la empresa está en la adopción masiva de su software y servicios complementarios (ej: abriendo el AppleWatch a Android o licenciando el iOS a otros fabricantes en condiciones muy favorables a Apple). Lo anterior, sumado a terminar de ordeñar la vaca de su estrella el iPhone hasta cuando sea posible, para luego llevar a cabo una contracción de la empresa como fruto de una estrategia de negocio, mientras agrandan la base de usuarios de iOS.