La política siempre ha existido, y mi definición de esta es “la forma como la población interactúa con y elige a sus gobernantes”, interacción visto como una una comunicación multi-medios en ambas vías dónde se dan discusiones de orden nacional. La política ha mutado a través del tiempo desde caciques, a reyes y luego a parlamentos y presidentes. Y la interacción pasó de directa en la plaza pública a encuestas, mediciones, prensa, redes sociales, memes y Big Data.
Por extensión de la política, la Geo-política es como interactúan los países teniendo en cuenta sus fronteras geográficas; este es un concepto nuevo con relación al anterior. En la Geo-política la población que se encuentra al interior de estas geografías participa de manera indirecta a través de su política interna, donde los gobernantes expresan y actúan por los “mejores” intereses de sus gobernados. Por temas de Geo-política se toman decisiones que conllevan a impactos económicos, sociales, militares y de otras índoles en ambos países.
En nuestros tiempos con todo el affair Huawei-Trump donde vemos intrigas, mentiras, diplomacia y la utilización de poder duro y poder suave, estamos viendo el nacimiento de la Tech-política donde los intereses estratégicos y económicos están al primer orden del día. Estos intereses obedecen a la posición estratégica de Estados Unidos en el escenario de dominio mundial y Huawei como punta de lanza de China con el mismo propósito. La Tech-política apenas inicia y habrá riesgos y oportunidades para todos los gustos.
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