La profesionalización del fútbol inició con los jugadores en el siglo XIX cuando en Inglaterra comienzan a pagar por debajo de la mesa para poder contar con los servicios de los mejores, en una época donde se jugaban poco más que el honor y la gloria, y pagar un salario no estaba contemplado. Luego de los jugadores, vino la profesionalización del equipo técnico: contratación de un entrenador, sus ayudantes, accesorios de entrenamiento, infraestructura y finalmente analistas de datos.
Durante las últimas décadas la mayoría de los equipos llamados grandes como el Real Madrid, el FC Barcelona, AC Milán, Manchester United y otros se han manejado al antojo del presidente y dependiendo del vaivén de los tiempos, los jugadores que iban saliendo/comprando, de la política interna, los intereses y la agenda del club y del resto de sus directivos. Estos fueron tiempos donde el escudo, la camiseta, la tradición y la historia jugaron siempre un papel trascendental en el reclutamiento de jóvenes promesas, obtener más ingresos, favorecimiento en decisiones en el despacho y en la cancha para poder últimamente acumular los títulos que han agrandado su historia.
A día de hoy con profesionalizar los jugadores y el cuerpo técnico no es suficiente, también debe haber una profesionalización de las directivas para que estos equipos sean manejados como las multinacionales que son y que todo tienda más al servicio de la hinchada y menos al servicio del bolsillo del grupo inversor. Hoy vemos equipos entre otros como Leipzig, Sevilla, Leicester o Villarreal donde con muchos menos recursos se logran los objetivos deportivos y compiten con los más ricos e históricos solo estando mejor organizados; lo anterior, sin llegar a competirles a los grandes en la obtención de los títulos mayores, mejores contratos y enfoque de las cámaras.
Los equipos grandes y ganadores del futuro van a necesitar que las 3 patas del trípode: las directivas, cuerpo técnico y jugadores alineados en una misma idea, con un mismo objetivo deportivo y meta del club como negocio.
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