Hoy Huawei se encuentra en un punto de quiebre dada a decisión de la administración Trump sobre prohibición de realizar negocios a las empresas con sede principal en Estados Unidos y también presionando a sus países aliados para imponer medidas similares, esto ha llevado al gigante chino a tener problemas de suministro de hardware y software. Todo lo anterior obedece a supuestas alegaciones de la administración Trump, en las que acusan a la empresa China de: 1) Implantar en sus dispositivos software/harware de espionaje 2) Colaborar con el gobierno Chino brindando la información que pasa por estos dispositivos.
Oculto en este debate se encuentra el super gigante tecnológico Google, que aporta anualmente el sistema operativo Android a cerca del 75% de smartphones vendidos a nivel mundial y que recientemente fue multada por la Unión Europea una suma cercana a 2 billones de dólares, por la práctica de métodos que llevan al monopolio de la información. Google como me dijo un amigo, es básicamente una “empresa de espionaje”.
En este juego de ajedrez Geo-político me pregunto por qué Huawei y el gobierno Chino no traen a Google al centro del debate del espionaje: indagar sobre sus sistemas, sobre sus relaciones con las agencias de inteligencia, sus puertas traseras y todo lo demás. Y ya saben, hacer las preguntas difíciles, por que como dice el adagio popular “el ladrón juzga por su condición”.