Vuelve el fútbol de élite y vuelve parte de la felicidad a la vida de los futboleros. A pesar de que sin público en las gradas no es lo mismo que con público sirve para dar un respiro a todo este trago amargo, para apalear el aburrimiento y como un recordatorio de que en la vida no hay felicidad completa. Y al igual que en Henningsvær Noruega (ver link aquí de artículo relacionado) el fútbol siempre tendrá espacios en nuestras vidas.
El fútbol había vuelto hacia ya 3 semanas con la muy asimétrica Bundesliga alemana; esta fue una muy buena estrategia comercial por parte de las cabezas de la Bundesliga para tener un monopolio temporal en el espacio del fútbol de élite y darse a conocer aún más. Esta semana también retoman LaLiga Española, el Calcio Italiano y la Premier League Inglesa con partidos casi todos los días en un esfuerzo sin precedentes para terminar las ligas jugando en cancha, en vez de declarar un campeón en el escritorio como lo han hecho en Francia y Holanda, aceptando así las condiciones de la UEFA para las clasificaciones europeas y decidiendo el descenso de cualquier manera; que siempre será injusta para algún interesado.
Y es que estando en confinamiento no es lo mismo con fútbol que sin fútbol y la muestra es que por primera vez desde 1992 no se pasaban partidos en señal abierta la prestigiosa Premier League de Inglaterra, que precisamente es la que más ingresos genera por derechos de televisión. Con los jugadores adheriéndose a unos protocolos sanitarios a veces incomprensibles el confinamiento será más llevadero para esa gran parte de la población que puede descargar sus emociones frente a la pantalla del TV viendo fútbol, así sea un poco descafeinado por esa falta de emoción que general el sonido ambiente con el publico en las graderías.